Foals – Antidotes

(Foals - Cassious)

Foals, el quinteto de Oxford, la ciudad universitaria de Inglaterra, han cabalgado en el panorama musical independiente con una velocidad de tanta afirmación que se ha diversificado aún más el elemento alternativo del género. Tocando una forma de post- punk renacido, Foals (potros) también han abierto el camino a una mezcla refrescante de géneros. Estos muchachos eruditos, doctos en Oxford antes de tirar la toalla para lograr las alzas seductoras del mundo musical, rebosan de energía en cada miembro de sus cuerpos flexibles, idóneos para bailar. No es de extrañar que se llamen así, dado su semejanza a sus homólogos ecuestres. Dan saltos como un caballo que golpea en el suelo al sentir el roce del viento áspero sobre su melena. No cabe permanecer estático en una pista de baile con esta tropa.

‘Antidotes’, el primer álbum del grupo, producido por ellos mismos tras una audaz rechazo de la versión hecha por el neoyorquino David Sitek de TV on the Radio, se rebela contra la opresión y monotonía musical y la vida ordenada. Así se expone una unión de la diversión oscura y la burla de todo lo pretencioso, una clase en escapismo. Una vuelta por el disco resulta como una revolución sensorial, una evolución de las guitarras bruscas y definidas de Bloc Party, los pitidos electrónicos de Hot Chip y el “Math Rock” de Battles.

Yannis Philippakis, el líder en este conjunto cuasi-político, vigoriza la pesadez del disco con su voz átona; monótona pero cautivadora, distante mas urgente. El grupo admite que sus letras se inclinan más hacia lo abstracto, dando un toque de misterio entre las nubes de humo que ocultan los instrumentos. La introducción francesa de ‘The French Open’ («Un peu, air sur la terre…») es un ejemplo de la amplitud de su musa musical: lo inexplicable, lo interesante, lo enigmático. Los viento-metales del grupo Antibalas, el neoyorquino “Afrobeat”, es un colectivo ubicado en Brooklyn, que asimismo realza las influencias diversas del grupo. El disco en su totalidad disfruta de una armazón entrelazada, con cada canción que se fusiona con la siguiente, estableciendo una simetría perfecta. Entre la profunda oscuridad de ‘Red Sock Pugie’, lo que sigue, ‘Olympic Airways’, se presenta como el lucero del alba, un momento respiratorio en el ambiente asfixiante de las cuerdas salientes y la batería destacada. El siniestro alboroto se avecina de nuevo con la batería replicando truenos en un cielo encapotado.

En contraste al ambiente paulatinamente rapaz del disco, sus representaciones en directo son energéticas, y debido a la calidad adictiva de sus tracks, Foals han llenado de bote en bote las salas de concierto por toda Inglaterra y parecen bien armados para seguir esta tendencia a lo largo de 2008. Recibiendo elogios por su similitud con los Klaxons, dado su enfoque de vanguardia, estos jovencitos se encuentran en terreno propicio. Van a sumarse a la cartelera de Summercase este verano para conquistar al público europeo. ¡No se lo pierda!

Jordanne Young

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