Después de una importante desconexión con el mundo real, he vuelto a la vida. Semanita de descontrol y pérdida de obligaciones en Punta Cana. Sobredosis de reggaetón, bachatas, merengues y demás ritmos caribeños.
El daño ha sido grave. Creía que volvería odiándolo, pero he vuelto habiéndole cogido un cierto gusto al reggaetón. Eso si, partiendo de una base, lo que nos llega aquí y nos atrona en radios y discotecas son las sobras de todo lo que se cuece en la República Dominicana. Supongo que será algo análogo a la imagen que puedan tener de España a la vista de los productos que solemos exportar de forma mayoritaria (veanse, Bisbales y Julios Iglesias).
Lo que me devolvió a la vida, sin duda ninguna, fue ponerme el iPod de un amigo en el aeropuerto de Punta Cana que me dijo:"Ove, escucha esto". Y empezó a sonar la voz de Ariel Rot a duo con Bunbury cantando 'Adios carnaval'. El rock volvió a fluir de los oidos a mis venas.
18 abril 2008
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