(The Wombats - Let's Dance to Joy Division)
Si Charles Darwin hubiera sabido que hoy, en 2008, hasta los animales tenían talentos musicales, no cabe duda de que su teoría de la evolución hubiera sido un poco diferente. Sin embargo, para aclarar, estos “animales” son realmente tres hombres de Liverpool, bajo el nombre de The Wombats. Tienen ninguna semejanza con las criaturas antípodas de Australia, salvo quizás sus poderosas garras, con la capacidad de tocar cuerdas pegadizas.
El disco, The Wombats Proudly Present: A Guide To Love, Loss & Desperation, es el estreno del grupo en Europa (¡su primer disco se editó en Japón!) cuenta sueños imposibles, numerosas muchachas (Patricia, Laura, Louise, Suzanne…), la angustia de la pubertad y una infatuación con una zorra. ¿Quién pensó que los marsupiales podrían cometer la poligamia? Pero, lejos de ser roba corazones, estos tíos coquetean con sus instrumentos, mezclando las letras irónicas de los Arctic Monkeys con el bullicio de un Kaiser Chiefs o Franz Ferdinand más joven.
Batiendo las palmas, la canción introductoria es un tiovivo de armonías acústicas repitiendo la frase: “Cuentos de chicas, chicos y marsupiales”. Es una iniciación rítmica en el mundo de The Wombats, lleno de letras normalmente grabadas al aguafuerte en las mesas de las escuelas. Sencilla y juguetona. Tal vez los animales realmente tienen habilidades musicales…
Aludiendo a la popular telenovela Eastenders, The Wombats prueban que es un grupo del público. Las letras muy francas recuerdan episodios desde la adolescencia hasta la edad adulta desesperada. A diferencia de sus homólogos de Sheffield (los Arctic Monkeys), The Wombats enfocan en la alegría de la vida cotidiana con un toque de parodia. “I remember short skirts, long hair, my hormones flying everywhere”. Minifaldas, hormonas indomables: ocurrencias en la vida de cada muchacho de 13 años.
‘Moving to New York’ es una canción autobiográfica, escrita por Matthew Murphy (voz principal), después de descubrir a su novia en un abrazo con la mejor amiga de Murphy, amiga… Engaño aparte, este track da al oyente la oportunidad de bailar, con el bajo surcando las olas del río Hudson, mientras la batería es tan rigorosa que podría levantar el puente Brooklyn.
‘Let’s Dance to Joy Division’ es, sin duda, el himno del grupo, mezclando una combinación perfecta de “indie” y de pop. Referencia a los pioneros del movimiento post-punk en el ámbito de la música pop es una de las peculiaridades cautivadoras de este grupo. Es un triunvirato que dispone del poder de convencer a la muchedumbre con sus caprichos.
Jordanne Young
2 comentarios:
:D!! gracias por poner el cd, ojalá sea tan bueno como lo que escribiste :P
byee
Agradecelo a Jordanne!! Ella es la autora. Me alegro mucho de que te gustará ;)
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